Reconciliados por Medio de la Sangre de Cristo

El sacrificio de Jesús es un sacrificio redentor, vemos un efecto de purificación, de expiación
(AP. 1:5-6). No importa nuestra condición, Él puede lavarnos con su preciosa sangre.
Ahora tenemos otro estatus, nos hizo reyes para tener influencia, gobierno y dominio sobre
todas las circunstancias y sacerdotes porque nos dio la autoridad para ministrar y
bendecir, podemos entrar confiadamente al trono de la gracia.
Reconciliar es restablecer la amistad entre dos personas a través del perdón. Sin perdón
no hay reconciliación, el mundo estaba alejado de Dios y necesitaba un acercamiento,
por ello Dios envío a su hijo Jesucristo para que tengamos una reconciliación con Él.
¿𝐐𝐮𝐞 𝐞𝐟𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐂𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨?
1. 𝐍𝐨𝐬 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐨 𝐚 𝐃𝐢𝐨𝐬. Ef. 2: 11-13 no teníamos ciudadanía, estábamos
alejados del pacto, son esperanza. En Cristo eres ciudadanos del reino de Dios, ahora
somos cercanos a Dios por medio de la Sangre de Cristo Jesús.
2. 𝐍𝐨𝐬 𝐣𝐮𝐬𝐭𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚. Rom. 5: 6-11 la cruz es el lugar donde debe acudir todo pecador,
Jesús murió por todos ellos. Aun siendo pecadores, Cristo murió por nosotros y de esa forma
nos muestra su amor para con nosotros. Somos justificados por el poder la Sangre de Cristo
y somos salvos de la ira. Lo que te justifica es reconocer el poder de la preciosa Sangre de
Cristo.
3. 𝐓𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐳. No se puede tener a Cristo en el corazón y vivir turbados. No
debemos tener miedo, debemos andar en amor, el amor hecha fuera el temor. Col. 1: 15-23
Si alguien quiere conocer a Dios debe conocer a Jesús. Por medio de la sangre de Jesús
tenemos paz. 1 Juan 1: 5-9
4. 𝐍𝐨𝐬 𝐥𝐢𝐦𝐩𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐩𝐞𝐜𝐚𝐝𝐨. Nos purifica y nos santifica. Pero si andamos en luz,
como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:7-9
𝐏𝐚𝐬𝐭𝐨𝐫 𝐃𝐞𝐢𝐛𝐞𝐫 𝐏𝐞𝐫𝐝𝐨𝐦�